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Ponga un coach en su vida.

By 23:20 , , , ,

Queridos y queridas amigas... 
Comunico que estoy un poco hartita de la masiva proliferación de coach, ayudantes, directores y presuntos guías espirituales de vida, modo de proceder y orientación vital que, de un modo u otro, tratan de invadir nuestro espacio.
Acompañantes de camino, entrenadores personales afectivos, que nos dicen lo que está bien o está mal, pretenden ayudarnos a caminar por la vida y conseguir que logremos nuestras metas.
Parece que hoy no somos nadie y caminamos perdidos por el mundo sino contamos con la ayuda del coach de turno. 
Proliferan como setas en otoño y caracoles tras la lluvia, un coach en cada esquina. ¿A qué te dedicas? Soy coach. 
"Ponga un coach en su vida", si usted no tiene un coach... ¿A dónde pretende llegar querido amigo?




Me ofrecen sus servicios a diario señoras y caballeros coach mediante correos a veces de dudosa procedencia que cada vez me molesto menos en leer.
También me han ofrecido unirme a sus proyectos y convertirme en coach. Siempre el que me ofrecen es el mejor, el más prestigioso y efectivo método coach...
Pero sigue sin convencerme y me doy cuenta de que lo que pretenden es aprovecharse de mi persona por diversos motivos ( ellos dirían que no, claro).

Al igual que no me convence mi vecina vegetariana para que deje de pasear a mi perro arreglada y con tacones, o para que me haga vegetariana como ella.
Tampoco me convencen mis primas para que milite en el feminismo más radical.
Ni me convence aquel que no respeta las ideas del prójimo y trata de imponerlas a cualquier precio.




Sucede que cuándo las ideas y principios de una persona se instalan en nuestro cerebro, nuestra personalidad está bien definida y nuestros valores asentados... Se crea una especie de barrera infranqueable y es muy difícil que cambiemos de opinión.
Todo lo que no encaje con esas ideas, lo rechazamos, aunque respetemos las ideas del prójimo. 
El del Madrid rechaza al del Barcelona, el republicano al monárquico, el vegetariano, al carnívoro, el de izquierdas al de derechas....
Nos aferramos a nuestras ideas y... es muy difícil cambiarlas.




Difícil sí, pero no imposible.
Todos conocemos personas con amplias dotes de persuasión, que dulcemente y con gran poder de convicción saben llevarnos a su terreno sin coacciones. Personas convincentes que saben contagiarnos su entusiasmo con razones claras y persuadirnos haciendo que cambiemos de opinión.
Esta habilidad puede ser natural, como cualquier otro don que la naturaleza regala o puede aprenderse.
Aquí estaríamos hablando de las susodichas "escuelas de coach", cursos y másters para coach ( por cierto nada baratos, sino al contrario )
"Ponga un coach en su vida", una vez más.




Existen unos truquitos, pautas o reglas que nos pueden ayudar a conseguir esa habilidad social que se llama persuasión, que no manipulación.
Nos pueden ayudar a ser más eficaces en ese "arte de convencer al otro" que tanto gusta a casi todos.
Por naturaleza, el amante de la ópera nos vende sus bondades. El vegetariano las suyas y el amante del tenis las suyas... Todos tratando de llevarnos consciente o inconscientemente a su terreno.
Pues bien, las susodichas y prestigiosas técnicas coach dicen que con estos sencillos trucos predisponemos al interlocutor a aceptar nuestras ideas y propuestas...




- Elegir el momento adecuado para tratar de convencer al otro. Cuándo esté relajado, de buen humor... Estará más predispuesto a aceptar lo que le propongamos.
- Sonreir. La sonrisa es una llave que abre muchas más puertas de las que pensamos.
- Adoptar una postura abierta y relajada, gesticular con las manos acompañando nuestras palabras. Esta postura transmite confianza y credibilidad al que nos escucha. El lenguaje corporal es muy importante.




- Ritmo fluido al hablar. Ni demasiado rápido, que transmite falta de sinceridad, ni demasiado lento, que transmite falta de inteligencia. Con un tono de voz medio que transmita confianza y seguridad,
guardando equilibrio entre hablar y escuchar a nuestro interlocutor, pero sin resultar tímidos.
- Mantener contacto visual con nuestro interlocutor. La persona insegura evita ese contacto y transmite su inseguridad. 
-Mimar su ego. A todos nos gusta ser apreciados, que nos elogien, que nos valoren. Por ello el nombrar al interlocutor por su nombre de pila y conocer detalles sobre sus gustos o aficiones, elogiarlo, siempre es positivo y predispone favorablemente.




- Exponer nuestras ideas con claridad y seguridad, ayudándonos del lenguaje corporal ( gestos, mirada...) sin rodeos. Ser claro y directo.
- Explicar las cosas sin lenguaje agresivo y autoritario, si no de forma amigable y amable, sin discutir. Escuchando al interlocutor.
- Mostrar entusiasmo y seguridad, transmitir energía. Expresarnos con claridad y dar buenos argumentos al presentar nuestras ideas.
- Crear un ambiente favorable al "sí". Formular a nuestro interlocutor muchas preguntas cuya respuesta es "sí" genera en el cerebro una actitud que tiende a seguir el mismo camino, una predisposición positiva.
- Siempre dar argumentos y razonamientos a nuestras ideas.

Todos estos pequeños truquillos que se aprenden en máster, escuelas y cursos para coach nos ayudan en el difícil arte de convencer al otro, de seducirle...




Respeto mucho las ideas de todo el mundo y la forma que cada cual tenga de ganarse la vida mientras no sea explotando al prójimo.
Acepto que se haya puesto de moda el universo "coach".
Comprendo que muchos piensen que no somos nada si no pasamos por las manos de un buen coach.
Quizás si creyese algo de lo que hasta ahora he podido escuchar de boca y letra de diversos coach, estaría viviendo una vida plena, fantástica y maravillosa, tocando el cielo coach... Quizás.
Pero, por el momento, me considero hasta el "moño" de tanto coach y el único influencer que acepto en mi vida es mi precioso perrito "Lufi". He dicho.
Quizás este verano me haga una camiseta con un letrero que rece: - "Ponga un coach en su vida", para ver si así veo con otros ojos esta epidemia "coach".

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